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Area Triestatal.–”Este país es el país de las maravillas”, dijo Tony Ibarría a cientos de estudiantes que participaron en la 16ava Conferencia Para Asuntos Dominicanos, llevada a cabo el domingo 28 de febrero 2016 en Rutgers’ Paul Robeson Campus Center en Newark, NJ.
“Antes que todo quiero dar las gracias a María Teresa Montilla y tu esposo y la directiva de esta organización; gracias por invitarme. Maria Teresa yo te admiro mucho; porque te conozco hace muchos años y he visto lo talentosa y lo buena gente que eres”.
“Yo vine aquí, de Cuba, muy jovencito, detrás de una muchacha. Llevo 60 años casado, con esa muchacha.
Cuando primero llegué aquí, yo era barbero.
No había ido a la escuela, solo llegué al cuarto grado; no sabía Inglés y me puse a trabajar en una fábrica. Yo ganaba $0.90 la hora. Yo era muy trabajador y me aumentaban $0.10 la hora, cada semana. Llegue a ganar $44 a la semana. Yo estaba muy contento.
Mas adelante, tuve un trabajo como barbero y me preparé para casarme. Me casé en el año 1956, aunque mi suegro me decía ‘no te puedes casar, tu no tienes dinero’, pero lo convencí y me casé.
Mi esposa ganaba $26 y yo $44 a la semana.
Me casé con la mujer más bella del mundo que me dio tres hijos, una hembra y dos varones. Tengo siete nietos y soy la persona más feliz del mundo”.
En cuanto a su vida profesional, Ibarria narró: “Yo fuí barbero, le puse un dry cleaners a mi hermano: puse una lechería en Elizabeth, yo era lechero – ¿han oído de los lecheros que llevan la leche a la casa? –
Cuando yo llegué a Elizabeth, habían muy pocos hispanos, todos puertorriqueños. Habían como treinta familias cubanas.
Puse un restaurante; después un bakery; después una tienda de ropa – donde fiaba a toda la gente – y una mueblería.
Hace poco me encontré con un señor que tiene un periódico y me dijo: ‘Tony, yo recuerdo que cuando llegué a Newark, hacia un frío de madre y me diste ropa de la tienda que tenias y me pusiste como un rey’.
Y yo le dije: ‘ven acá, ¿y me pagaste?’
El me dijo: ‘Te juro por Dios que te lo pagué; ¡lo que no te pagué fueron los muebles!’.
“Abrí otra mueblería en Newark; otra en Union City; puse La Casa Moda, un warehouse y otra mueblería en Elizabeth compré el Cine Tony en Union City.
Tenia nueve mueblerías, un cine, un periódico con casi 100 empleados y un centro que da servicios a miles y miles de personas que pasan por la organización Save Latin América“.
Sobre su participación comunitaria Tony contó: “Yo fundé el club Puertorriqueño; después el club Cubano; después hicimos la cámara de comercio. Abrí un periódico que se llamó El Clarín y abrí un centro comunitario en el año 1963 para ayudar a conseguir trabajo a los que tenían problemas”.
Tony exhortó a los estudiantes a prepararse: “Yo le digo a ustedes que se preparen. Yo pude ser multi-millonario. Ustedes, no pierdan la oportunidad de estudiar. Si yo hubiera estudiado, pudiera haber ayudado a mucha más gente de las que he ayudado.
Felicito a todos los líderes que han hablado hoy aquí. La lista es interminable de personas que han trabajado por tanto tiempo para nuestra comunidad. Ustedes los estudiantes que tienen sueños, que quieren lograr el triunfo, miren lo que ellos han pasado y dónde están; si ellos lo hicieron, ustedes lo pueden hacer. Lo único que no pueden perder es el entusiasmo y la disciplina. Trabajar, trabajar y tener metas. Lo que usted quiera hacer, sí, se puede; este es el país de las maravillas”.
